Perfiles para el cambio - Adalberto Blanco Fuentes, Proyecto Regional de Biodiversidad Costera

Adalberto Blanco Fuentes es miembro fundador del Colectivo Tanamikilis: Encuentro de Masculinidades en El Salvador. Durante los últimos 12 años, ha facilitado procesos participativos sobre el fomento de las masculinidades positivas en Centroamérica, incluido el Proyecto Regional de Biodiversidad Costera de la UICN.

Adalberto Blanco Fuentes. Crédito: Adalberto Blanco Fuentes

Masculinidades positivas para abordar la violencia de género y mejorar la gobernanza de los recursos naturales

Según Adalberto, debido a las normas patriarcales que refuerzan el dominio y el poder masculino, la mayoría de los hombres han tenido una visión utilitaria de los ecosistemas y los recursos naturales que conduce a la sobreexplotación y la degradación del medio ambiente.

El proceso de promoción de las masculinidades transformadoras es clave para desarrollar un nuevo tipo de gobernanza de los recursos naturales anclada en relaciones equitativas e igualitarias entre hombres y mujeres. Para Adalberto, esta misión es la vocación de su vida:

Como en cualquier otro sector de nuestra sociedad existen desigualdades entre hombres y mujeres y debemos identificar las principales razones por las que existen estas desigualdades y también identificar las responsabilidades que como hombres podemos asumir. Trabajamos nuestra metodología no desde el punto de vista de la culpa, sino desde el punto de vista de la responsabilidad. La responsabilidad te hace actuar y la culpa genera inmovilidad.

Adalberto Blanco Fuentes
Miembros del personal de la UNES y pescadores locales participando en la validación del manual sobre masculinidades no violentas en Ahuachapán, El Salvador. Crédito: Adalberto Blanco Fuentes.

En los últimos dos años, Adalberto ha trabajado con la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) en el apoyo a la igualdad de género y la prevención de la violencia de género en relación con los vínculos ambientales en el Proyecto Regional de Biodiversidad Costera en El Salvador, Guatemala y Honduras. 

Habiendo trabajado con la UNES (Unidad Ecológica Salvadoreña) -uno de los socios del Proyecto Regional de Biodiversidad Costera- durante los cinco años anteriores sobre masculinidades positivas en las comunidades pesqueras de El Salvador, Adalberto aporta una vasta experiencia específica del contexto que ha sido esencial para el enfoque de integración de género del Proyecto Regional de Biodiversidad Costera, que cuenta con el apoyo de Advancing Gender in the Environment (AGENT) -una asociación entre la UICN y USAID.

Adalberto se incorporó al proyecto cuando el análisis de género de AGENTpara el Proyecto Regional de Biodiversidad Costera descubrió que la violencia de pareja, así como el acoso y el abuso sexual en el trabajo en las comunidades pesqueras, es un problema frecuente en las regiones costeras. Según la investigación de la UICN, la violencia de género no sólo tiene impactos a largo plazo en las sobrevivientes y las comunidades, sino que también es una barrera que se utiliza para impedir que las mujeres y las niñas se involucren efectivamente en la conservación y la acción ambiental. Para las regiones biodiversas de Centroamérica, de importancia crítica, la inclusión de todas las personas es esencial para la igualdad de género y para los ecosistemas. Trabajando en la construcción de una masculinidad positiva en un proyecto de biodiversidad costera, Adalberto añade que:

No sólo nos esforzamos por recuperar los ecosistemas desde una perspectiva exclusivamente masculina, sino que también dirigimos nuestra mirada hacia una nueva forma de gobernanza de los recursos naturales en la que también puedan participar todos aquellos que han sido históricamente excluidos.

Adalberto Blanco Fuentes
Actividad de juego de roles durante la formación de facilitadores en Omoa, Honduras. Crédito: Adalberto Blanco Fuentes.

Masculinidades no violentas para contextos de pesca sostenible en Centroamérica: manual del facilitador

Adalberto también elaboró un manual de formación de facilitadores sobre masculinidades no violentas para contextos de pesca sostenible en Centroamérica para los socios locales del Proyecto Regional de Biodiversidad Costera y para que las comunidades pesqueras lo utilicen, lo posean y lo amplíen. Señala que es importante que los profesionales del medio ambiente sepan que la transformación de las masculinidades es un proceso para el que él espera haber contribuido a dar la chispa:

Tenemos que romper la idea de que el tema de las masculinidades es como una lavadora. No pasamos por un proceso de masculinidades y salimos de él limpios y listos. Más bien, tenemos que seguir luchando día a día para tener esta mirada crítica. No se acaba con un proceso ó con un día ó dos días. Es un proceso constante que tiene que convertirse en una forma de vida para los hombres que participan en esta nueva mirada de la masculinidad.

Adalberto Blanco Fuentes

Un proceso que invite a los hombres a cuestionar, no a confrontar, los supuestos sobre la masculinidad desde un punto de vista interseccional y multicultural es clave porque: 

Un cambio no puede generarse desde un punto de vista externo, tiene que venir de sus propias condiciones de vida y es desde este punto de vista que cada uno puede establecer personalmente su camino, su hoja de ruta para decidir cómo empezar.

Adalberto Blanco Fuentes
Los hombres identifican las normas de género durante la validación del manual con la organización MOPAWI y los líderes comunitarios y miskitos locales en La Moskitia, Honduras. Crédito: Adalberto Blanco Fuentes.

Un camino personal de transformación

Durante los procesos del Proyecto Regional de Biodiversidad Costera, Adalberto señaló que se han producido avances notables. En La Moskitia y Omoa, en Honduras, hubo hombres que fueron capaces de reconocer la violencia que habían vivido en sus primeros años de vida, se esforzaron y se comprometieron a poner fin a la violencia.

El camino de la transformación es individual, y mientras algunos hombres han asumido la responsabilidad de hacer cambios en el hogar, otros han dado un paso más para cuestionar a otros compañeros y miembros de la familia, y algunos se han convertido en defensores, llevando esto a los espacios públicos y discutiendo abiertamente la necesidad de que los hombres se embarquen en un proceso de transformación para construir masculinidades no violentas en beneficio de comunidades enteras. 

Estos procesos de defensa de las masculinidades no violentas son siempre muy enriquecedores tanto para los miembros de la comunidad como para los facilitadores. Adalberto aún recuerda el momento en el que un participante de 79 años, practicante del medio ambiente, compartió que por primera vez en su vida, después de estar casado con su pareja durante 50 años, abrazó a su esposa y le dijo que la amaba. "Eso me marcó", dice Adalberto.