Resumen
En la República Democrática del Congo (RDC), Action to Protect Women and Abandoned Children (ASEFA) se asoció con Harvard Humanitarian Initiative (HHI), Initiative des Femmes Entrepreneures pour le Développement Durable (IFEDD) y Solidarité des Femmes pour le Développement Intégré (SOFEDI) para crear y poner en práctica una nueva formación llamada Resource-ful Empowerment: Elevating Women's Voices for Human and Environmental Protection in Congolese Small-Scale Mining.
Resumen del impacto

720
Beneficiarios del proyecto

509
Personas formadas en la prevención de Violencia de Género

42%
De los participantes son más conscientes de Violencia de Género a través del proyecto
Antecedentes de la situación
En la República Democrática del Congo (RDC), la minería artesanal y a pequeña escala proporciona ingresos al 16% de la población. Más de dos millones de personas trabajan en este sector, la mitad de las cuales son mujeres. Aunque la minería ofrece oportunidades económicas a los trabajadores, también existe un gran riesgo de explotación y abusos, sobre todo para las mujeres. Según un estudio realizado por HHI y el Banco Mundial, cuatro de cada diez mujeres declararon que se veían obligadas a intercambiar sexo por acceso al trabajo ó bienes básicos en las ciudades mineras. El 30% de las mujeres declararon haber sido acosadas por hombres en las minas, y sólo una de cada siete mujeres había hablado de este acoso con otras personas.
Enfoque del proyecto
En el marco del proyecto se crearon, aplicaron y evaluaron dos versiones de los nuevos planes de estudios basados en pruebas y ampliables. El objetivo de cada versión era reducir el acoso y los abusos sexuales y promover buenas prácticas medioambientales en las ciudades mineras de la RDC. El plan de estudios básico se centra en los derechos humanos y la legislación congoleña, la protección de la mujer, las normas de género y las medidas para mitigar el impacto medioambiental de la minería, en particular la erosión y los corrimientos de tierras. El plan de estudios de interconexión abarca los mismos temas, pero también hace hincapié en los vínculos entre los habitantes de las ciudades mineras y entre las personas y el medio ambiente. El proyecto teorizó que el módulo adicional de interconexión podría ayudar a mejorar tanto los resultados medioambientales como los humanos. Ambos planes de estudios utilizan imágenes adaptadas al contexto para que mujeres y hombres con distintos niveles de alfabetización puedan comprender fácilmente sus mensajes.
Utilizando una metodología de pruebas A/B, los planes de formación se asignaron aleatoriamente a las comunidades mineras y se pusieron en práctica a lo largo de un año. Cada comunidad participó en cuatro sesiones de formación y formó a "campeones" para que formaran a otros miembros de su comunidad en materia de protección de la mujer y prácticas mineras seguras. El proyecto llevó a cabo una evaluación de referencia y otra final para evaluar y comparar el impacto y la eficacia de los planes de estudios.
Resultados notables
A lo largo de 22 meses, 720 mujeres y hombres mineros de nueve comunidades de Kivu Norte, Kivu Sur y Maniema completaron la formación. Los monitores combinaron clases teóricas, aprendizaje basado en el arte, enfoques participativos y juegos de rol para debatir las normas de género, Violencia de Género, el código minero y la legislación congoleña.
Un componente clave de este proyecto era probar la diferencia entre dos planes de estudios distintos para determinar cuál era el más eficaz a la hora de cambiar actitudes. Ambos programas mejoraron los conocimientos de los participantes sobre seguridad laboral y protección del medio ambiente. Los participantes en ambas versiones de los planes de estudios informaron de un aumento del 100% en el conocimiento de prácticas mineras seguras, como el refuerzo de los túneles mineros y la recuperación de tierras tras la extracción. Como resultado de la formación, el 75 por ciento de los participantes masculinos y el 66 por ciento de las participantes femeninas conocían mejor el código minero.
Las comunidades que recibieron el plan de interconexión también informaron de un aumento del 34% en el sentimiento de estar fuertemente conectadas con el medio ambiente y en el deseo de ampliar el uso de prácticas mineras seguras. El programa de interconexión fue más eficaz para reducir el acoso y la coacción sexuales. El número de mujeres que declararon haber sufrido coacción sexual en las ciudades mineras en el último año se redujo a la mitad, y el número de mujeres que declararon haber sufrido coacción sexual en el último mes se redujo del 15% al 5%.
Durante una visita de seguimiento a Kailo, una ciudad minera de la provincia de Maniema, el director del programa de ASEFA escuchó a mujeres que escaparon de la práctica de intercambiar sexo a cambio de oportunidades de trabajo en las explotaciones mineras, conocida localmente como el sistema Mavula. Algunas de estas mujeres afirmaron que el trabajo de ASEFA las apoyó en este proceso, no sólo aumentando su concienciación sobre sus derechos, sino también generando una forma de concienciación comunitaria que les hizo posible encontrar otro trabajo por medios no coercitivos.